Japón es la demostración de la simbiosis perfecta entre las reminiscencias de su pasado imperial y su condición de gran potencia económica, líder del desarrollo tecnológico mundial.
La consecuencia es que su pensamiento y filosofía cuidan de las formas y la buena educación define a la sociedad, así como la paciencia, la diplomacia y la sutilidad.
– Las presentaciones: El saludo occidental, aunque admitido, debe relegarse a un segundo plano para optar por el saludo tradicional japonés. Una leve inclinación de cabeza, mayor cuanto más importante sea la persona saludada. La leve inclinación de cabeza es una muestra de humildad y respeto. Se utiliza en las presentaciones, para saludar al llegar, despedirse al partir, como muestra de respeto al hacer una petición, para dar la bienvenida, para demostrar gratitud o agradecimiento, para felicitar, para realizar un ofrecimiento, para demostrar acuerdo, etc.
Los japoneses no son partidarios de decir ‘no’, de los enfrentamientos o discusiones. Lo cual hace que en algunas ocasiones se les acuse de ser poco decididos o directos, haciendo que las buenas intenciones sean tachadas de frialdad y distanciamiento.
– Tarjetas de visita: Cuando vamos a una reunión, tanto en Japón como en cualquier parte del mundo, después de realizar los pertinentes saludos es común hacer un intercambio de tarjetas de visita. Los datos deberían estar impresos en ambos idiomas, japonés e inglés. Se entregan con las dos manos y siempre por el lado del idioma de nuestro interlocutor. La tarjeta se lee, no se guarda de inmediato, y no se guarda en el bolsillo. No se escribe sobre ella, ni se dobla. El orden en una presentación personal de trabajo es 1° el nombre de la Compañía para la que se trabaja, luego el cargo y por último el nombre.
– Mirada: Los japoneses suelen evitar la mirada directa durante las conversaciones. Para ellos mirar directamente a la persona con la que se está hablando algo grosero.
– Conversación: Es extensamente difundido entre los occidentales que el japonés nunca dice «no», lo cual no es estrictamente cierto. En su país existe un fuerte tabú frente al hecho de rechazar directamente la idea de alguien. Dirán «creo que es difícil» o «lo estudiaré» en lugar de decir «no». Los japoneses son tremendamente detallistas y complacientes.
– En la mesa: El arte es digno de admirar y por eso la comida japonesa debe de ser observada antes de comerla. El arte de la gastronomía en Japón no sólo se limita a la comida sino a la actitud que el anfitrión toma con el resto de comensales. Honrar a quien le acompaña o a su invitado es parte del ceremonial. El anfitrión sirve la bebida y es alguno de los comensales el que le sirve a él. Los alimentos entre comensales no se deben pasar con palillos. Nunca se dejan clavados en el arroz y los alimentos no se pinchan. Los palillos no se lamen. La sopa se toma a pequeños sorbos, no importa el ruido.
Publicado por Santiago González